pero caminan en el corazón
de un pueblo construido en el Futuro,
taciturno y universal y sin embargo
tan charlatán tan musical tan suyo
como la Luna que se enjuaga
en la plata de la Caleta
y se enamora de Ti... ¡Oh Madre Tierra!
Sí,
todas las ondas cantan en la noche,
en esa libertad de un paraíso
que jamás se escindió de sus entrañas,
y la serpiente es ángel
que danzando en el pecho
lleva el chakra del amor a la palabra
y al silencio que crea
lo que jamás se para, y Eva
tiene toda una costilla de su barro sanador
para erigir su nuevo Adán
íntegro de la Nada.
Jesús María Bustelo Acevedo
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